[ junio 06, 2003 ]
Recién revisé lo que había escrito en días pasados y he llegado a una conclusión: me falta crear más orden en la manera en que escribo lo que pienso. Generalmente estoy saltando de un tema a otro sin más orden que el de una realidad presente en mi cabeza. Pues bien, reflexiono sobre la posibilidad de meter al orden a las palabras y ellas se burlan de mí. Chillan y se ríen sin orden ni concierto. Les digo: usteds son mi creación, a mí y sólo a mí deben responder por sus actos. Me explayo en una disertación octaviopacesca sobre el "chillen putas" y lo único que consigo es aburrir a Responsabilidad, que, lo veo en sus ojos, se prepara para endilgarme entre ceja, oreja y madre un aburrido discurso sobre mi responsabilidad social y monsergas de talante parecido.
¿Me daré por vencido? No, claro que no. Al fin y al cabo yo las pergeñé y las muy cabronas se están creyendo que son libres. Eso sí, cada vez me cuesta más trabajo que respeten las líneas en que las escribí. La última vez, responsabilidad (con todo y matrimonio civil) y culpa (unidad a su dovstoveskiana cabalidad) tuvieron un lance. Lo único que espero es que nazca una palabrita que tenga lo activo de él y lo íntimo de ella. Supongo que la culpa/responsabilidad la tengo yo por juntarlas y ponerlas a reñir.
Bien, engañé, ustedes ganan por el momento; y las amenacé con el
delete y la goma: yo soy su creador y puedo destruirlas. Al redil, ordené. Madres. Apenas y me miraron. Me están haciendo encabronar, endilgué cuando vi que algunas se estaban preparando para irse a las orillas y a lo oscuro.
Unicamente pesimista permaneció estable en este mar de letras: para qué se movía, sería igual en cualquier parte. Con más o menos ánimo, la mayoría de las vivillas se fueron juntando en grupos de su predilección. Las extranjeras (auf y viedersen), gesticulando se hacían entender de sus compañeras nacionales y la rijosa Eudesupinsh se mete en problemas con Bush y su pandilla (carajo, idiota, y mal). Tiempos difíciles para todos, pues agarraron fuerza y que alguien salve a las pobrecitas de sus manos. En fin, cierro esto con ganas de que se tranquilicen y pueda volver a encontrarlas en su lugar más tarde. Quizás sea una vana esperanza. Vaya desbarajuste que me hicieron, incluso yo me siento confundido.
Vale, un saludo y suerte.
P.D. Hoy tengo fiesta.
p.d1 Quietas, palabras, las estoy vigilando.
[1:45 p.m.]
